Consejo Nacional de la Cultura y las Artes: hacia una institucionalidad cultural

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Fecha
2004
Profesor/a Guía
Idioma
es
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Editor
Universidad Andrés Bello
Nombre de Curso
Licencia CC
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Resumen
Que el mundo avanza a pasos agigantados hacia la globalización o que -aún más ésta ya es una realidad, cimentada en las redes de intercambio económico y en las progresivas innovaciones tecnológicas; parece ser un lugar común que se ha tomado el discurso, ya sea en el ámbito político, académico o en la banal tertulia que conforma el día a día de nuestro quehacer. Numerosos son los estudios que dan cuenta del fenómeno globalizador y que lo abordan desde las más diversas perspectivas. Sin embargo, existe un elemento común que atraviesa transversalmente el debate y que, una y otra vez, reaparece; planteando interrogantes respecto de la identidad regional, en el contexto de la "aldea global", y también respecto de los indicadores del desarrollo. Es la cultura, entendida como "todo aquello que, en el uso de cualquier cosa, va más allá del mero valor de uso. Cultura como aquello que, en cada objeto que producimos, trasciende lo meramente técnico. Cultura como fábrica de signos de un pueblo. Cultura como conjunto de signos de cada comunidad y de toda la nación. Cultura como el sentido de nuestros actos, la suma de nuestros gestos, el significado de nuestras habilidades "1 No es casual que muchos críticos de la globalización -aunque no por ello negadores del fenómeno- apunten como uno de los malestares de la posmodemidad, la sensación de que la Historia avanza de acuerdo a vectores trazados de antemano, que evoluciona con leyes propias y que relega al hombre a un rol pasivo, privándolo de su carácter de actor histórico. De ahí, la sensación de vacuidad, esa "insoportable levedad del ser" de la que las más diversas manifestaciones artísticas del último tiempo han dado cuenta Sin embargo, la mirada crítica no se ha quedado pegada en el pesimismo abúlico, ni menos ha sucumbido a la tentación nihilista, de la cual -dicho sea de paso- el consumismo es sindicado como una de sus variantes. Por el contrario, ante la innegable realidad que es la globalización, son varias ya las sociedades que han decidido adoptar un rol activo y aportar lo propio al proceso, antes que quedarse con los brazos cruzados viendo cómo el desfile avanza frente a nuestra puerta. Y es justamente allí, donde el concepto de institucionalidad cultural toma toda su fuerza. Entendida la cultura de un país como un componente fundamental del desarrollo económico y social, y no como un simple aderezo, el entonces recién electo Presidente Ricardo Lagos dispuso en Marzo de 2000, la coordinación permanente de los organismos gubernamentales encargados de la cultura, con el fin de aunarlos en una sola dependencia que contara con lineamientos propios, organización administrativa ad hoc, una partida presupuestaria asignada por la Ley de Presupuesto, un Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y un Director con rango de Ministro, entre otras particularidades. Lo anterior, también obedecía a la necesidad de modernizar la gestión gubernamental y de propender a una más eficiente asignación de los recursos disponibles, junto con facilitar el desarrollo de políticas culturales coherentes y coordinadas.
Notas
Tesis (Licenciado en Periodismo)
Palabras clave
Consejo Nacional de la Cultura y las Artes
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