Bertolone Galletini, SebastianoRodríguez Donatti, Paula AndreaFacultad de Humanidades y Ciencias SocialesEscuela de Periodismo2018-08-102018-08-102004http://repositorio.unab.cl/xmlui/handle/ria/6592Tesis (Licenciado en Periodismo)Los grandes oradores son cosa del pasado… En el ayer quedaron aquellos que nos hablaban “con el corazón en la mano” y por y para el pueblo. Ahora solo basta una mirada penetrante hacia la caja mágica y listo. Millones de personas fueron subyugadas por el índice acusador del Primer Mandatario, Ricardo Lagos, o por el sonido romántico del saxo con que impactó en su campaña el ex Presidente de Estados Unidos Bill Clinton. Son otros tiempos, la oratoria, el discurso sólido, razonado y racional, varió por lo impactante, lo rápido, fugaz y emocional. Las formas de expresarse ante la ciudadanía cambiaron, los medios cambiaron y las herramientas cambiaron, pero ello puede producir también un cambio fatal pues, como sostienen algunos cultores de la “vieja escuela”, lo actual genera una política perversa. “Lo que renta comunicacionalmente son los temas simples: dedicarse a temas importantes significa perder las elecciones”. Dura frase que recorre los pasillos del Congreso. Ya lo había anticipado Jaime Guzmán en entrevista con Raquel Correa en el diario “El Mercurio” el año 1989: “Yo creo que la oratoria está pasada de moda. Se ha producido un cambio brusco que muchos políticos no captan. La televisión introdujo un nuevo estilo coloquial. El discurso grandielocuente y ampuloso resulta ridículo…”.esMedios de Comunicación de Masas y PolíticaLos medios, el medio para triunfar en la políticaTesis