Pizarro Rivera, RaúlInfante Etchegaray, María Loreto2021-03-082021-03-081999http://repositorio.unab.cl/xmlui/handle/ria/18119Tesis (Licenciado en Periodismo)En Chile esta no es una situación aislada. Aunque las cifras de bigamias son cada vez más bajas, éste es un problema que no puede dejar indiferente a nadie. Las causas son múltiples: desavenencias en el matrimonio, infidelidad, problemas graves de dinero, violencia, agresiones sexuales o, simplemente porque «se acabó el amor». El problema de la bigamia, además de ser de índole legal, está profundamente unido a una serie de trastornos psicológicos que detonan el conflicto. En un país donde el matrimonio civil se efectúa una vez y sólo se puede disolver por causas justificadas y/o resquicios legales, la gente aún no se habitúa a que no cualquiera «puede cometer un error» y opta por soluciones fáciles y/ o simplemente, ignora la ley y se rige por lo que más le conviene. Que la Ley de Matrimonio Civil haya sido instaurada en Chile en 1884 es historia. En los tiempos que corren y a más de 110 años de dicho acontecimiento, las situaciones que tiene injerencia en los temas de pareja son más graves que antaño. A pocos meses del final del milenio, aún abundan en nuestro país episodios increíbles y hasta fraudes que se producen a vista y paciencia de todos. El matrimonio en sí no se remite a un contrato tan puro: sólo con declarar algo que no es cierto, se echan abajo años y hasta toda una vida de esfuerzos e historia comunes. Si la bigamia es un delito que escurre por nuestra sociedad como "agua que corre", no es 5 gratuita. La falta de reglas claras y mejor dicho, de LEYES fuertes y poderosas, es la base para que cualquier país supere situaciones tan frecuentes como las nulidades fraudulentas, la ya mencionada bigamia y la legitimación de los hijos. Al ser el matrimonio un contrato tan frágil que puede romperse con una trampa que la ley se hace a sí misma, de hecho se está destruyendo la base de cualquier sociedad que se precie de tal. El objetivo no apunta a un mero legalismo, ni mucho menos a la simplista defensa del vínculo conyugal. Por el contrario, se trata de aportar luces a la realidad legal, psicológica y social de un país que se autodenomina "jaguar", pero en cuya intimidad aún persisten temas "tabúes" que parecieran originar ronchas en quienes no los enfrentan. Los únicos datos que se manejan frente a este tema los lleva únicamente el Servicio de Registro Civil e Identificación y no existen una profundización mayor o estudios acabados sobre el problema, como, por ejemplo, porcentajes que ilustren sobre el sexo preponderante de los bígamos. No sólo los chilenos se enfrentan a una desinformación sobre la bigamia desde el punto de los propios afectados, sino, también, a una especie de censura, frente a la cual la mayoría de la población debiera estar informada.esFamiliaMatrimonio y separaciónInvestigacionesActitudes progresivasChileUn adiós en las sombrasTesis