Marambio N., PaolaReyes Rojas, Braulio AndrésFacultad de Educación y Ciencias Sociales2020-09-142020-09-142020http://repositorio.unab.cl/xmlui/handle/ria/15391Tesis (Magíster en Gestión de la Actividad Física y Deportiva)Históricamente en Chile, la responsable del cuidado de los niños es la mamá, ella es quien está en la casa para recibirlos después del colegio, y hacer tareas con ellos tal como se indica “La forma en que se asume y se vive la paternidad ha sufrido también cambios a través del tiempo en Chile y el mundo. En Chile, desde el período de la conquista, la colonización, la independencia y especialmente hasta la primera mitad del siglo XX, las familias “legalmente reconocidas “contaban con un promedio de 5 hijos/as, con madres que se quedaban en la casa para asumir su cuidado y con un padre que tenía un claro rol de proveedor de recursos para la familia. En cuanto a las familias constituidas solo por mujeres con sus hijos/as, los padres se encontraban ausentes y habitualmente los abuelos asumían la responsabilidad de la crianza y el modelaje” (Francisco Márquez, 2013, p43). La sociedad ha ido cambiando, la mujer cada vez está más inserta en el mundo laboral, y ya no es la única responsable de los niños. Según la encuesta CASEN el 48% de las mujeres trabaja fuera de la casa esto se menciona “De acuerdo a la Encuesta de Caracterización Socioeconómica (CASEN), en Chile la tasa de participación de la mujer en el mundo laboral alcanza casi al 50%. Si bien es inferior a la de los hombres, ha mostrado una evolución importante desde el año 1990. Ello ha sido consistente con los períodos en los cuales la economía chilena ha venido generando más y mejores empleos, y otorgando más oportunidades a las mujeres en nuestro país. Así la tasa de la participación laboral de la mujer el año 1990 fue de 32,5% y aumentó a un 47,4% el año 2015, mientras la tasa de participación de los hombres disminuía levemente, pasando de un 73,6% a un 71,0% en el mismo período. En el caso de la ocupación, en 1990 la tasa era de un 29,4% para las mujeres, aumentando a un 43,4% el año 2015;” (libertad y desarrollo, 2019) En esta realidad, el cuidado de los niños es asumido muchas veces por el círculo familiar más cercano como en es el caso de los abuelos generando una imagen social frecuente, ya que los padres deben salar a trabajar esto lo indica “En el mundo de hoy, la pareja humana, para poder afrontar la vida cotidiana, requiere que ambos trabajen. Para ello, no solo se requiere el trabajo de ambos miembros de la pareja, sino que también se requiere que “alguien” cuide de los hijos. Es cierto que existen guarderías, que la educación formal, en la escuela, comienza en edades tempranas; pero, ello no es suficiente cuando el bebé es muy pequeño o cuando el niño de cualquier edad requiere cuidados por que padece cualquier enfermedad infantil común. Es entonces cuando los abuelos ejercen un papel esencial de cuidadores familiares.” (José Antonio Cerrano, 2013), pero cuándo este no existe o está igual de cargado laboralmente, una opción que toma mucha fuerza en los padres son los llamados “After School”. Y es que una mamá que trabaja hasta las 18:30 horas, por ejemplo, más una hora de traslado, que es el promedio en la Región Metropolitana, llega a su casa cerca de las 20 horas, recién a esa hora puede compartir con su hijo y ayudar en las tareas escolares. Esto se puede indicar “Su origen se basa en la necesidad actual que enfrentan las familias de clase media, donde ambos padres tienen un régimen laboral completando de 45 horas semanales, no flexible, situación que dificulta el cuidado de sus hijos en el hogar, y por parte de ellos mismos. Por otra parte, no cuentan con asesora del hogar o no desean dejar a sus hijos al cuidado de personal no calificado para contribuir a su educación y desarrollo. Un dato a considerar es que la ocupación femenina a nivel nacional ha aumentado consistentemente de un 45,3% a un 48,4% al 2014, según datos arrojados por el INE en 2010”. (Rosario Arredondo, 2015) Tomando en cuenta con lo indicado anteriormente es que se crea una de las tantas consecuencias que es producida por el ajetreo de la vida laboral y la gran cantidad de horas que se encuentran en sus puestos de trabajo es la inactividad física, esto porque se pierde más la necesidad del movimiento, además por motivo de los avances tecnológicos, jornadas laborales extensas (mencionado anteriormente). En el ámbito escolar los alumnos pasan su jornada de sentados y con breves pausas entre sus clases. Es por es esto que los altos índices de obesidad y sedentarismo en los alumnos de primero ciclo escolar (1° a 4 ° Básico) es necesario inculcar un estilo de vida que conlleve la actividad física y una nutrición acorde con su edad. Tal como lo indica “La epidemia de obesidad en Chile se inicia lentamente hace 25 o 30 años, en forma similar a lo ocurrido en el mundo. Hoy es un grave problema que se presenta desde edades tempranas en la vida, ya en los niños menores de 6 años existe una prevalencia nacional de obesidad que llega al 9,6%. Esto en menores de 6 a 8 años alcanza el 21,5%, llegando a 23,2% en mayores de 17 años (JUNAEB, 2010; MINSAL, 2007; Mardones et al., 2007). (Francisco Mardones, 2010)” Chile es uno de los países con más obesidad en la OCDE a nivel escolar, además el plan curricular propuesto por el ministerio de educación, las horas de educación física son de 2 a 4 horas semanas (esto si el establecimiento destina horas de libre disposición en su plan curricular) tal como lo indica, siendo considerablemente bajas. Además de la venta de alimentos como galletas, papas fritas, dulces, etc. Este es un factor que incentiva a ingesta de estos alimentos no saludables en los alumnos.” El año 2001, la obesidad en 1° Básico representaba al 15,8% de los estudiantes. Para el año al 2015, más de la mitad población estudiantil entre los 4 y 8 años de edad presenta algún grado de sobrepeso. El sobrepeso de estudiantes 1° básico es de 26,9% y obesidad es de un 24,2%, prevalencias que aumentan año a año. Cifras similares presentan los cursos de prekínder y kínder” (JUNAEB. 2016). Es por estos motivos que es impetuosa la necesidad de realizar cambios a nivel de hábitos tanto de hogar como escolares que involucren tanto de actividad física como de hábitos nutricionales. Al implementar un proyecto llamado “After School Recrear” enfocado en la educación física ya que de esta manera se puede educar y orientar de manera positiva inculcando lo que se imparte en los colegios y de esta manera las actividades que se desarrollen podrán educar a los participantes. además de intenta crear un ayuda más a los padres, esto porque se implementar al finalizar la jornada escolar, que incluirá talleres recreativos con el objetivo de que los participantes se motiven e inicien una vida más activa.esCuidado de NiñosJuegos EducativosAfter School RecrearTesis