Rojas Rojas, DaríoSola Cisternas, VanessaFacultad de Humanidades y EducaciónEscuela de Periodismo2018-12-272018-12-272004http://repositorio.unab.cl/xmlui/handle/ria/7809Tesis (Licenciado en Periodismo)"La democracia está bajo del asedio de grupos corporativos, políticos y sindicales que no creen en ella y que la utilizan según su conveniencia". Con estas palabras Gonzalo Sánchez de Lozada renunció el 17 de octubre de 2003 a la Presidencia de Bolivia, tras semanas de protestas callejeras realizadas por diversos grupos sociales, los cuales estaban en contra de que el gas se exportara por un puerto chileno. Este hecho sirvió para que estallara la crisis política, social y económica en la cual estaba sumida la nación hace años. La cual tiene múltiples aristas, pero sin duda la más importante es la discriminación racial. Desde su nacimiento como la República de Bolivia, en 1825, la sociedad ha permanecido fragmentada. Una minoría "blancoide" se instaló en el poder, dejando a un lado a la mayoría indígena, que representa casi el 80% de la población, compuesta principalmente por aymaras, quechuas y guaraníes, en donde el color determina la posición social de los individuos. En medio de este fraccionamiento se desarrolla un endeble sistema político. Sus cifras lo dicen todo; desde su independencia a la fecha hubo cerca de 180 revoluciones, diversos golpes de estado, y varios presidentes han debido "dejar" su cargo antes de la fecha de término. Actualmente el aspecto más trascendental es la forma de hacer gobierno, instaurada desde la vuelta a la democracia en 1982. El sistema se ha transformado en una democracia pactada, ya que, al existir una gran cantidad de partidos políticos, ningún candidato a la presidencia obtiene más del 50% de los votos. Como es el Congreso quien debe ratificarlo, se inician una serie de pactos políticos, para lograr así el apoyo necesario para nombrar al primer mandatario. En algunos casos han elegido a quien obtuvo la segunda mayoría y no la primera. Esto sumado a la corrupción, al caudillismo, a los partidos con dueños y a un gobierno minoritario que actúa como si tuviera una mayoría parlamentaria, han erosionado el quehacer político. Si bien el establecimiento de la economía de mercado en 1985 trajo consigo buenos resultados a corto plazo, control de la hiperinflación y del gasto público, las metas a largo plazo no se cumplieron. Actualmente Bolivia es el segundo país más pobre de Latinoamérica, seis de cada diez personas viven con un ingreso menor a 2 dólares por día y el desempleo alcanza el 20%. Debido a estas causas, diversos sectores de la sociedad empezaron la arremetida contra el gobierno de Sánchez de Lazada. Aglutinados por los opositores Evo Morales y Felipe Quispe, protestaron contra el neoliberalismo económico, la globalización, la pobreza y el desempleo. Toda germinó en una sola demanda, la negativa a que el gas se exportara por puerto Chile. A pesar de la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lazada y la llegada al poder de Carlos Mesa, la crisis que padece Bolivia no ha mermado. Es así como algunos lo han calificado como un "Estado fallido".esBoliviaPolítica y GobiernoEl laberinto de la crisis bolivianaTesis