Estudiantes de enseñanza media de colegios municipalizados: consumos mediales y nuevas culturas juveniles
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Date
2001Author
Villarrubia M., Andrea
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Martínez Cuevas, GabrielaLanguage
esPublisher
Universidad Andrés BelloMetadata
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Al pensar en el contexto cultural actual los pmneros conceptos que surgen son "información" y
"comunicación". Hoy en día se tiene la sensación de estar sometido a permanentes estímulos
emanados de los mass media, por lo que se hace más remota la posibilidad de vivir aislado. Por otra
parte, se amplia cada vez más el acceso a las fuentes de conocimiento en gran medida gracias a la
masificación de los medios informativos, producida de manera vertiginosa en las últimas décadas,
como la aparición de nuevas tecnologías, entre ellas la fibra óptica que ha intervenido el ciberespacio
a través de internet. Ambos, medios y tecnologías, están contribuyendo fuertemente a redefinir el
actual estadio cultural, constituyéndose en el lugar donde gran parte de la vida social parece ocurrir.
La sociedad de la información y el fenómeno de la globalización son un contexto propicio para la
aparición de nuevas sensibilidades y formas de expresión de los sujetos sociales. Como señala Jesús
Martín Barbero, "cambios profundos en el sistema de comunicación acarreados por la globalización
del mercado y la interconexión universal de los circuitos vía satélite e informática, se ven
acompañados de una liberación de las diferencias, que es a su vez fragmentación creciente del hábitat
cultural". 2
En la actualidad la comunicación más que un conjunto de aparatos técnicos es un "nuevo sensorium"
nuevos modos de percibir, sentir y relacionarse con el tiempo y el espacio, nuevas maneras de
reconocerse y de juntarse".
Este fenómeno se presenta de forma más notoria entre los jóvenes de 15 a 19 años -por lo general
los estudiantes de enseñanza media-, que son el segmento con mayor penetración de las tecnologías
de la información y que parecen ir a la vanguardia en este cambiante contexto cultural.
Si bien los intereses de los adolescentes parecen no estar representados a través de las instituciones
formales\ ellos se reúnen en torno a tribus o colectivos, como las barras de fútbol, los grupos de juegos
de rol o magic; además, alrededor de diversas expresiones musicales y artísticas (como las
batucadas, malabarismo, grajJúis, animaciones japonesas, entre otras), todas ellas formas complejas y
cada vez más presentes en nuestra sociedad.
Según autores como José Martínez de Toda "lo que más diferencia a la gente de hoy, ya no es su
clase social, nación o sexo, sino la edad".5 Esta perspectiva permite comprender porqué las
agrupaciones juveniles ostentan estilos de vida particulares y visiones valóricas, ideológicas y estéticas
del mundo y cómo ellas se constituyen en nuevas comunidades interpretativas y grupos de referentes
en la búsqueda de significados.
Actualmente ya no es posible hablar de una única identidad juvenil; ésta se define como una
construcción social a partir del proceso psicosocial de los individuos y del contexto de relaciones y
prácticas sociales en los cuales este proceso tiene lugar: lo cotidiano. Hoy en día, las realidades
habituales en que los jóvenes interactúan son diversas y están definidas por la pertenencia a grupos
familiares, socioeconómicos, religiosos y en definitiva culturales, en los que las personas se
desenvuelven.
A la vez, el grupo de pares adquiere una importancia primordial, constituyéndose en una fuente de
información privilegiada, un espacio para compartir con otros y un actor relevante en términos de
uso del tiempo libre y la formación de nuevas formas culturales.
Dada la importancia de las vivencias cotidianas para la formación de la identidad juvenil, es necesario
estudiar este proceso en comunidades interpretativas particulares, como la escuela, en la cual los
jóvenes pasan gran cantidad de horas y en donde forman sus principales redes de socialización
secundaria. Las comunidades escolares parecen especialmente relevantes por su complejidad y
diversidad, tanto en sus formas de participación como de expresión, las que sin embargo no son evidentes a nivel social, ya sea por la falta de difusión mastva o bien por el prejuicio existente
respecto de la desmotivación y apatía juveniles.
Mi interés por trabajar con estvdiantes, especialmente de enseñanza media, surgió a partir de un
estudio previo realizado con el Centro de Alumnos del Instituto Nacional, en el marco del
Diplomado en Comunicación y Educación de la Universidad Diego Portales. Dicha investigación
tenía como objetivo detectar formas de expresión y participación juvenil- especialmente política- a
partir del Centro de Alumnos de ese prestigioso liceo y generar una propuesta educomunicativa para
potenciarlas.
El diagnóstico participativo, realizado con los jóvenes integrantes del organismo estudiantil, reflejó el
alto grado de preocupación de esos jóvenes por el ambiente social y político (en su sentido más
general). Asimismo, evidenció la existencia de una gran diversidad de grupos y tendencias, cercanas a
las tribus urbanas, interesantes de investigar.A partir de ello y acorde con mi desempeño laboral en el ámbito del análisis de la industria y los
consumos mediales en el Departamento de Estudios de la Secretaría de Comunicación y Cultura, me
pareció relevante indagar y dimensionar la relación entre medios y estudiantes secundarios en el
contexto de la existencia de múltiples culturas juveniles, que complejizan y enriquecen dicha relación.
En este sentido, esta memoria es una continuación en la linea de la investigación antes señalada y el
antecedente de estudios futuros en un área de importancia fundamental para el entendimiento de, al
menos, dos ámbitos de acción: cómo potenciar el rol educativo de los medios de comunicación,
considerando la gran cantidad de tiempo que las audiencias juveniles dedican a su consumo y, por
otro lado, cómo entender la diversidad de los jóvenes estudiantes, de modo que convertir a la escuela
en un agente educativo más cercano a la realidad cultural que ellos viven.