Concesiones viales urbanas
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2004
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Editor
Universidad Andrés Bello
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Licencia CC
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Resumen
A inicios de los 90', el gobierno de Chile enfrentaba uno de los desafíos
más complejos en materia de infraestructura. Se necesitaba con urgencia
superar el déficit en dicho sector, que se debía tanto a un aumento en la
demanda por este tipo de servicios como a la insuficiente inversión en el
sector.
Por otra parte, la experiencia de países desarrollados indica que la inversión
en infraestructura es del orden de un 3 a 5 % del PIB, lo que para Chile
corresponde a no menos de US$ 1.800 millones anuales, cifra mucho mayor
a la invertida en 1994. En aquel tiempo el Estado no contaba con los
recursos para lograrlo, por lo que durante la administración del Presidente
Patricio Aylwin se hicieron los primeros esfuerzos para que el sector
privado participara en los procesos de inversión, mantención y explotación
de grandes obras de infraestructura, especialmente viales.
El Estado de Chile, se ha embarcado en un ambicioso programa de
construcción de carreteras. Básicamente el sector privado se encargará de
construir, financiar y operar los principales caminos viales del país. Debido
a esto surge el problema de cómo se deben licitar las carreteras, ya que, el
notorio déficit vial existente requiere avanzar rápidamente en la
construcción de las mismas. Esto explica por que no se ha discutido en
profundidad la institucionalidad que debe regir a las concesiones viales.
Tanto el Gobierno de Chile como orgamzac10nes privadas, la Cámara
Chilena de la Construcción y el Instituto de Ingenieros de Chile destacaron
el déficit de infraestructura en el país, generado por dos razones: primero, la
población ha crecido en un 40% entre 1970-1989 y la producción en un
60%; segundo, la inversión total del ministerio de Obras Públicas
disminuyó en el mismo período en un 34%.
Ante este problema, el gobierno ha decido concesionar al sector privado las
rutas de alto tráfico que son privadamente rentables, dejando que el Estado
concentre su gasto en aquellos caminos que tienen una alta rentabilidad
social pero escasa rentabilidad privada. Bajo esta modalidad, son las
empresas privadas las que financian, construyen, mantienen y operan las
carreteras. A cambio recibirán los ingresos por peajes por un tiempo
limitado, aproximadamente 20 años, lo suficiente como para que el
concesionario recupere su inversión inicial cobrando peajes razonables.
Notas
Tesis (Ingeniería Comercial)
Palabras clave
Desarrollo Urbano, Chile, Inversiones, Carreteras, Privatización de Empresas, Análisis de Costo