El rol de la televisión en el movimiento estudiantil de 2006
Abstract
La utilización de los medios de comunicación para efectos de difundir demandas e ideas,
y a la vez ganar adeptos para determinadas causas, no es un fenómeno nuevo; basta recordar que
las mujeres de principios de siglo, para exigir la igualdad de derechos y opottunidades con el
género masculino, se encadenaban a importantes edificios, a fin de ser vistas y escuchadas por los
medios disponibles en aquella época (periódicos, radio).
Los manifestantes y huelguistas siempre se han expresado a través de los medios de
comunicación para difundir sus demandas e ideas, exponer sus puntos de vista y ganar la
voluntad social a su favor.
Estos hechos, por supuesto, de inmediato atraen a la prensa y, como consecuencia a los
espectadores, que aguardan minuto a minuto la información acerca de los acontecimientos que
los afectan tanto directa como indirectamente.
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Fue justamente lo que ocurrió en 2006 con la llamada "marcha de los pingüinos"
(llamada así por el uniforme de los escolares), protagonizada por los estudiantes secundarios. Ya
se había visto algo similar en 2005, con las protestas universitarias por la ley de financiamiento
estudiantil, que para ellos implicaba privatizar la educación, a lo que se oponían con fuerza. Pero
lo que aconteció durante todo el primer semestre de 2006 fue un hecho que, de seguro, pasará a la
historia como la gran revolución estudiantil de Chile, aún mayor que la de 1968.
Lo que se pretende demostrar en este semmar10 es cómo los medios de comunicación
influyeron para catalizar la llamada "revolución de los "pingüinos" que, de ser una simple
protesta de los secundarios por los costos de la Prueba de Selección Universitaria (PSU) y el pase
escolar, pasó a ser la mayor revuelta estudiantil de la historia en Chile, que logró un cambio de
gabinete en menos de cuatro meses de gobierno, sacando al Ministro de Educación, Martín Zilic,
y a la que se adhirieron universitarios, colegios privados, apoderados, profesores y diversos
sindicatos de trabajadores, contando además con el apoyo generalizado de la sociedad que, a
través de ellos, manifestó su preocupación por la calidad de la educación