Examinando por Autor "Buamscha Cumsille, Julio"
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Ítem Características comunes de personalidad de jóvenes drogodependientes de entre 19 y 34 años en tratamiento en la Casa de Acogida la Esperanza, a partir del test de los colores de Lüscher(Universidad Andrés Bello, 2001) Buamscha Cumsille, Julio; Lasen Abugattas, Karen; Gajardo Arévalo, MarcelaEsta investigación pretende explorar las características de personalidad de jóvenes drogodependientes de entre 19 y 34 años, con el fin de determinar si existen o no rasgos comunes a la mayoría de estos sujetos y proponer además un elemento psicodiagnóstico de gran utilidad terapéutica, tanto en la prevención como en el tratamiento de estos pacientes. Para llevar a cabo este objetivo, se trabajó con 32 sujetos que se encuentran en tratamiento en el centro de rehabilitación de drogas Casa de Acogida la Esperanza, y se les aplicó el Test de Colores de Lüscher, herramienta de carácter proyectiva que muestra estructura de personalidad y algunas tendencias asociadas a indicadores clínicos específicos, a través del estudio y la percepción del color como estímulo fisiológico y psicológico. Inicialmente quisimos observar cuatro variables que se asocian a cuatro necesidades fundamentales para Lüscher, y que están representadas en los colores básicos. Éstas son: Involucración Afectiva (Azul); Autoestima y fortaleza del Yo (Verde); Actividad y Energía (Rojo); Proyección y Cambio (Amarillo). A pesar de que estas variables nos entregaron bastante información, encontramos otros indicadores que nos proveyeron de mayores antecedentes para completar el estudio. De esta manera, los resultados más significativos se asocian al estilo de relaciones que establecen los adictos, las que se caracterizan por ser poco prohibidas, con límites difusos y utilitarias, buscando siempre el beneficio propio y la satisfacción inmediata de los deseos. Asociado a esto, todas las variables indican la presencia de una gran carencia afectiva temprana, lo que se traduce en baja autoestima, sentimientos de inseguridad y desconfianza hacia sí mismo y hacia los otros; frustración de la necesidad de pertenencia a un grupo o pareja y temor a establecer compromisos y vínculos estrechos. El nivel de energía y actividad se encuentra disminuido, lo que nos lleva a la conclusión de que existen fuertes sentimientos depresivos en estos pacientes, los cuales surgen en los momentos en que la conciencia no está alterada por ninguna sustancia tóxica. Por otra parte, esta sustancia cumple la función de entregar la energía que el sujeto necesita, debido a que las ansiedades persecutorias y las sensaciones de vacío le demandan un gran gasto energético, el que sólo puede compensarse con la droga, ya que el sujeto no posee un yo lo suficientemente fuerte como para soportar esta situación; esto, a su vez, nos da cuenta de los mecanismos de defensa más utilizados: la evasión de la realidad y la proyección. Ahora, bajo la influencia de las drogas el estado afectivo predominante ya no es depresivo, sino más bien es descrito como maníaco y los impulsos agresivos predominantes tienden a expresarse hacia el exterior, generalmente en forma de sadismo. Se observó una tendencia a devaluar al otro y a superponerse, con un yo inflado, el que a la base está empobrecido, lo que da cuenta de la presencia de rasgos narcisistas en estos jóvenes.