Examinando por Autor "Rojas Ch., Carolina"
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Ítem Ralco un caudal de conflictos(Universidad Andrés Bello, 1998) Cortés E., Karina; Donoso F., Ana María; Rojas Ch., Carolina; Vidal Salinas, Francisco Javier; Facultad de Humanidades y Educación; Escuela de PeriodismoLas proyecciones de crecimiento de consumo eléctrico en el Sistema Interconectado Central (SIC) para el período de 1995- 2005 son de 8,4% anual. Ello significa que en este plazo de diez años, la producción de electricidad en el SIC deberá aumentar en 24.600 GWh, hasta 45.154 GWh4 Con estos datos entregados por la Comisión Nacional de Energía (CNE) y basándose en las ventajas comparativas que arrojaban los estudios de factibilidad hechos en otros ríos, muchos de los cuales ya estaban represados; Endesa decide a principios de la década de los ochenta impulsar el proyecto hidroeléctrico del Alto del Biobío, comenzando por la primera de las seis centrales proyectadas en esa zona: la Central Pangue. 5 La empresa, con el apoyo tácito del gobierno, argumenta que estas centrales hidroeléctricas son la alternativa menos costosas para responder a la futura demanda energética del acelerado crecimiento económico del país. Endesa comenzó a solicitar los permisos legales que se exigen a una empresa que requiere construir una central hidroeléctrica: derechos de aprovechamiento de las aguas y permisos de construcción de las obras hidráulicas. Ambos permisos son otorgados por la Dirección de Aguas del Ministerio de Obras Públicas sólo cuando existe disponibilidad del recurso hídrico que se solicita, cuando no se afectan los intereses y la seguridad de terceros y cuando no se provoca contaminación acuática, hecho que se constató. El 11 de octubre de 1983, mediante la resolución 442 de la Dirección de Aguas, se le entregó el derecho de aprovechamiento no consultivo de las aguas del río Biobío. La autorización para la construcción de las obras hidráulicas fue otorgada por el mismo servicio en enero de 1990. El 22 de mayo de ese año, cuando ya había asumido el gobierno de Patricio Aylwin, se otorgó la concesión eléctrica definitiva a la Central Pru1gue para que ésta estuviera en condiciones de entregar energía en 1997. Todos estos permisos y respaldos oficiales fueron concedidos antes de que estuviera terminado uno de los estudios de impactos ambientales más importantes del proyecto, que es el referido a la situación aguas abajo de la central. Cuando Endesa comenzó a planear el uso de la po!encialidad de generación hidroeléctrica del estudiado Biobío, estaba plenament~e la necesidad de tomar en cuenta factores ambientales en el desarrollo de esta clase de proyectos, que se preveían que serían controvertidos. Por eso y aunque la ley no lo exigía, se contrataron seis estudios de impacto ambiental durante el período 1985-1990, tres de ellos relativos a la cuenca hidrográfica global del río y tres específicos para la Central Pangue. En parte previendo la oposición que acarrearía ese proyecto, en 1 990 Endesa lleva a cabo una reestructuración interna que consideró la formación de filiales . Todo el proyecto Pangue quedó entonces en manos de la empresa eléctrica del mismo nombre, que se constituyó legalmente en octubre de 1990. Ya construida la Central Pangue, comienzan los preparativos para la segunda de las seis centrales que Endesa pretende construir en el Alto Biobío; La Central Hidroeléctrica Raleo. Dicha represa ha generado una discusión nac ional sin precedentes. Por primera vez en nuestro país un proyecto de tal envergadura ha causado tanta controversia.