El propósito de este trabajo es mostrar que los mecanismos de control
de lenguaje dependen de mecanismos cognitivos más generales que
los propiamente lingüísticos (Hernández, Martínez y Kohnert 429). Es
decir, el conocimiento de las dos lenguas no es suficiente para ejecutar
tareas de traducción, pues tales tareas requieren de mecanismos de control
atencional y selección de sistemas objetivos (target).