Prevalencia del embarazo adolescente y sus determinantes en salud en Colombia del 2005 al 2020
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Fecha
2023
Profesor/a Guía
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Idioma
es
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Editor
Universidad Andrés Bello
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Resumen
El embarazo en la adolescencia es considerado un problema de salud pública, entendido por la OPS
2018, como aquel que se presenta entre los 10 y 19 años que afecta en mayor medida a los países en
desarrollo, como los de América Latina, donde la tasa de fecundidad adolescente es la segunda más
alta del mundo solo superada por África. (OPS,UNICEF&UNFPA,2018).
Con base en una publicación de UNICEF (2017) Naciones Unidas para la infancia, anualmente da a
luz 15 millones de adolescentes entre los 15 y 19 años en toda la geografía Mundial, pero
lamentablemente el 90% de éstos ocurren en países en desarrollo, es decir, en países en donde factores
asociados a la pobreza, como la baja escolaridad, las necesidades básicas insatisfechas y la
inseguridad resultante de esta combinación de factores, se convierten en un caldo de cultivo seguro
para disparar los embarazos no deseados en niñas y adolescentes.
En Colombia, el comportamiento del embarazo en adolescentes en términos de frecuencia y factores
determinantes, se ha convertido en una prioridad, en la generación de conocimiento, dadas las
consecuencias de este evento que afectan no solo el bienestar del adolescente, sino el de su familia y
el niño que nace bajo esta condición. La pobreza, el nivel de escolaridad, la falta de acceso a servicios
de anticoncepción y el limitado de uso de la información y educación en salud sexual y reproductiva,
así como la falta de oportunidades y de realización personal de niñas, niños y adolescentes
contribuyen fuertemente a la ocurrencia del embarazo adolescente (Murad-Rivera,2018).
De acuerdo con el análisis de la encuesta y los datos estadísticos de UNFRA (Fondo de Población de
las Naciones Unidas), y la información estadística y sociodemográfica del censo de población y
vivienda del 2018, las estadísticas vitales junto con la información geoespacial y de la Encuesta
Nacional de demografía y salud ENDS, a partir de 2005 se confirma la disminución del porcentaje de
mujeres de 15 a 19 años que ya son madres o están embarazadas de su primer hijo, al pasar de 20.5%
en el 2005 a 19.5% en el 2010, 17.4% en el 2015 y 15.8% en el 2020; este descenso fue mayor en la
zona urbana, en las regiones con más oportunidades, entre las mujeres con mayor nivel educativo y
en los quintiles más altos de riqueza.
El embarazo adolescente es un fenómeno complejo, producto de las interacciones de múltiples
factores del entorno del adolescente, entre los que se encuentran aspectos individuales,
sociales, familiares y reproductivos. Entre el 2005 y el 2020 pr, se observó una disminución en la tasa
General de Fecundidad Especifica, ya que, la TGF para el 2020 fue de 43.3%, mientras que en el
2005 fue de 63.6%. La Tasa especifica de Fecundidad adolescente (15 a 19 años), a nivel Nacional
fue de 52.8%, a pesar de esta disminución no se cumplieron con los objetivos trazados del Desarrollo
Milenium (ODM). A pesar de la disminución de los nacimientos del total Nacional entre el 2015 y el
2020, la tendencia permite observar que antes de la pandemia se registraban reducciones globales, sin
embargo, esta disminución no se observó en las zonas rurales y dispersas donde el número de
nacimientos en niñas y adolescentes se incrementó en un 80,4% pasando de 92 nacimientos en el
2015 a 166 nacimientos en el 2020 (OPS, Notas estadísticas).
La interacción de los determinantes sociales impacta la equidad en salud sexual y los derechos
sexuales y reproductivos de la población en especial en jóvenes. A nivel estructural del determinante
que explica en gran medida el embarazo en adolescentes es la riqueza. Una distribución inequitativa
de la riqueza, entre adolescentes en comunidades más pobres y con mayor desventaja es un
determinante para el embarazo. La zona de residencia y también el estatus de migración, la etnia y el
desplazamiento por el conflicto armado contribuyen de forma determinante a la explicación del
embarazo adolescente. En cambio, a nivel de determinantes intermedios (Intrapersonales), sin duda
alguna la edad y asistir a actividades escolares son el indicador más importante de que no ocurra un
embarazo adolescente, confirmando que la deserción escolar es un factor riesgo para los adolescentes,
aunque en menor medida otros determinantes como el trabajo, los estereotipos de los hombres y
mujeres, las actitudes que legitiman la violencia contra la mujer y el conocimiento sobre la sexualidad
pueden explicar el embarazo adolescente; los determinantes intermedios (Interpersonales), que mayor
contribución tienen sobre embarazo adolescente es vivir con la madre, el número de hijos de la madre
y el tipo de familia, es decir, el entorno favorable al embarazo adolescente tiene un rol determinante
en que este ocurra o no, con menor influencia encontramos el número de hijos deseados por la pareja,
la presión para iniciar las relaciones sexuales, la supervisión parental y la jefatura femenina, de igual
manera vivir en hogares compuestos y extensos se asocian a mayor riesgo de embarazo.
Son muy evidentes las desigualdades e inequidades en cada uno de los centros poblados y rurales
dispersos, donde cada uno de los programas centralizados desde el gobierno Nacional, no logran un
impacto homogéneo, donde creemos se hace necesario reforzar e implementar leyes que protejan las
niñas menores de edad, eliminar los estereotipos de género, construir ambientes seguros para niños y
niñas de 10 a 19 años, fortalecer la coordinación intersectorial y crear sinergia entre los
presupuestos para amplificar el impacto de las intervenciones, pero ante una era digital
reconocer el alto potencial de la tecnología y la comunicación por medio de redes sociales para
construir una sociedad comunicada pero ante todo poder tener un diagnostico local en cada una de
las poblaciones o barrios y poder llevar la intervención necesaria para cada comunidad, es decir,
conocer las necesidades o el diagnostico del embarazo adolescente de manera regional, local o de
barrio para poder ser asertivos con la intervención y así disminuir el embarazo adolescente.
Se destaca como el embarazo adolescente puede ser explicado desde los determinantes estructurales
en un 80%, especialmente a partir de la pobreza y el área de residencia (Zonas rurales), es decir,
mujeres de 15 a 19 años pobres y viviendo en las áreas rurales y zonas dispersar aumentan su
probabilidad de cursar por un embarazo en la adolescencia que determine su vida. De otro lado, a
nivel de determinantes intermedios (Nivel intrapersonal), la edad, el bajo logro escolar y los
estereotipos de género explican más del 60% de los embarazos en Colombia. Finalmente, no vivir
con la madre, el número de hijos de la madre, y el tipo de familia explica a nivel interpersonal el 75%
de los embarazos tempranos. Se puede afirmar, que entre los determinantes próximos la postergación
del inicio de la actividad sexual y el uso de métodos anticonceptivos modernos, constituyen los
factores protectores más importantes del embarazo temprano. A diferencia de la unión temprana que
constituye el principal factor de riesgo.
Notas
Proyecto de título (Magíster en Salud Pública con Menciones)
Palabras clave
Embarazo en Adolescencia, Investigaciones, Colombia