Estudio comparativo de la efectividad de seis técnicas de acabado y pulido en cerámica aluminosa
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Fecha
2010
Autores
Profesor/a Guía
Facultad/escuela
Idioma
es
Título de la revista
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Editor
Universidad Andrés Bello
Nombre de Curso
Licencia CC
Licencia CC
Resumen
La creciente demanda de restauraciones estéticas por parte de los pacientes, ha motivado a los odontólogos a buscar el material restaurador ideal para lograr este objetivo, inspirándose en mejorar las propiedades de muchos materiales de uso habitual en odontología.
Las cerámicas dentales habitualmente llamadas porcelanas, se utilizan muy a menudo, debido a que son biocompatibles, resistentes al desgaste y semitransparentes aparentemente, permitiendo realizar restauraciones altamente estéticas.
Los materiales cerámicos están compuestos principalmente por: caolín, cuarzo y feldespato, por estos motivos, la porcelana puede definirse como un material compuesto por óxidos metálicos que es conformado y luego consolidado por medio de un tratamiento térmico a alta temperatura.
Dependiendo del tipo de porcelana con que se trabaje, se requiere aplicar rangos de temperatura diversos para lograr la fusión de los tres materiales, lo que otorga distintas características a cada porcelana, clasificándose así en función de la temperatura en cerámicas de: alta, media, baja y ultra baja fusión.
Actualmente las cerámicas de mayor uso para la confección de restauraciones y prótesis son las de baja y ultra baja fusión.
La clasificación mencionada tiene utilidad para saber cuál es la temperatura necesaria para trabajar con una porcelana en particular, pero no permite estimar sus propiedades, como por ejemplo las mecánicas, estéticas, químicas, etc.
Debido a esto es más útil clasificar las porcelanas en función de los componentes o el modo de llegar a su estructura final en: cerámica feldespática, aluminosa y circoniosa.
Durante el ultimo tiempo, las restauraciones estéticas en base a cerámica feldespática se han ido dejando de lado para dar paso a las cerámicas aluminosas.
Una gran ventaja de las cerámicas es que la terminación de ellas logra una superficie de alta lisura y brillo la que se consigue mediante el glaseado en base a cerámicas de baja y ultra baja fusión.
Sin embargo, las restauraciones cerámicas pueden requerir algún ajuste en boca luego de ser cementadas, imposibilitando el re-glaseado. Un ejemplo de ellos son las incrustaciones cerámicas, las cuales deben ser necesariamente cementadas antes de realizar el ajuste oclusal.
Realizado este ajuste oclusal se pierde el glaseado inicial de la restauración, quedando una superficie áspera, proclive a la adhesión inicial y la retención de los microorganismos y pigmentos. Por lo tanto, la obtención de una superficie bien acabada y pulida se hace altamente necesaria.
Numerosas técnicas para recupera la lisura superficial y el brillo han sido descritas. Distintas marcas y productos nos ofrece hoy el mercado para este propósito. Existe gran variedad de estudios que han comparado la eficacia de una técnica por sobre otra, con disímiles resultados y a veces contradictorios.
Este estudio propone comparar dos técnicas de pulido y luego combinarlas con dos sistemas abrasivos para conseguir el acabado final.
La superficie de las muestras será analizada mediante un rugosímetro, que es capaz de medir la rugosidad superficial de un objeto y cuantificarlas. Posteriormente las muestras serán sometidas a un tratamiento en base a oro que permitirá observarlas con microscopia electrónica de barrido (SEM) y comparar cualitativamente las superficies obtenidas con cada sistema de pulido.
Notas
Tesis (Cirujano Dentista)
Palabras clave
Materiales Dentales