Efectos epidemiológicos y culturales del Covid-19 en la población Aymara, Región de Arica y Parinacota, 2022

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Fecha
2022
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Idioma
es
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Editor
Universidad Andrés Bello
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Resumen
Los pueblos indígenas se encuentran dentro de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad. Las desventajas que estos padecen pueden registrarse en casi todas las áreas de la vida social, lo cual ha sido reconocido a nivel internacional por el Grupo de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas de Naciones Unidas (Daher,2008). Diversos estudios corroboran dicha información demostrando que la población indígena sufre discriminación, constatan que las comunidades indígenas no tienen las mismas oportunidades de empleo ni el mismo acceso que otros grupos a los servicios públicos y/o a la protección de la salud, de la cultura, de sus prácticas espirituales, como tampoco a la administración de justicia (CEPAL, 2020) La Organización Mundial de la Salud (OMS), ha generado varios reportes (Abeledo 2020; Serén 2020) sobre la situación de salud de los pueblos indígenas en el mundo, en donde los estudios demuestran que estos grupos de la población tienen los peores indicadores de salud, debido a esto, el Ministerio de Salud en Chile (MINSAL) ha establecido desde mediados de los años 90 diversos levantamiento de perfiles epidemiológicos de la comunidad de pueblos originarios para poder entregar estrategias sanitarias de intervenciones dirigidas. Es así, como el enfoque sociocultural se ha establecido como un Programa de Salud de cada Región del País, haciendo énfasis en la integración de la información epidemiológica de los pueblos y sus modelos médicos indígenas La pandemia de Covid-19 ha impactado a toda la sociedad chilena y en particular a los pueblos originarios que son parte de los grupos más vulnerables a este fenómeno, de acuerdo a informes de organismos internacionales (CEPAL,2020) y a la percepción de varias organizaciones de protección civil (CONADI) . Esto debido a los determinantes sociales y estructurales que se originan en su historia producto del desarraigo cultural al cual han sido sometidos sistemáticamente, por factores como la poca integración en áreas claves para su desarrollo: político, sanitaria, económica, social y medioambiental; más la fuerte militarización, despojo territorial que en la actualidad se expresa en indicadores socioeconómicos que evidencian esta desigualdad, según datos estadísticos CASEN 2017. Considerando el estado Sanitario Mundial que estamos viviendo todos y cada uno de los habitantes, es de problemática actual estudiar el COVID en diferentes aspectos. Con la llegada de la Pandemia a suelo nacional, se evidenció la falta de información de las condiciones sociosanitarias de las comunidades, donde a pesar de estar en pleno siglo XXI aún existe un alto porcentaje de habitantes sin acceso a agua potable, sin trabajo estable, sin conocimiento de lo que involucra una pandemia. En uno de los discursos de la Dra. Michelle Bachelet, como alta comisionada de los Derechos Humanos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) mencionó que “la salud de cualquier persona está vinculada a la salud de los miembros más marginados de la sociedad. Para prevenir la propagación de este virus es preciso llegar a todos y velar por que exista un acceso equitativo al tratamiento”. Es este último punto, lo que lamentablemente se ha visto más de una vez vulnerado, tanto por discriminación como también por barreras idiomáticas, socioculturales, geográficos y otros. En Chile, a lo largo de la historia, los pueblos originarios han sido mayormente puestos en la pantalla por aspectos negativos que cualquier otra situación, donde sus requerimientos y/o percepciones no han sido consideradas al momento de implementar lineamientos gubernamentales en todos los sectores que brindan servicios. Si no más bien, se han ido efectuando programas paralelos sobre la marcha para poder dar respuesta a las necesidades culturales propias de cada pueblo originario. Actualmente, bajo la Ley 19253 se reconocen a 10 pueblos originarios (Mapuche, Aymara, Rapa Nui, Atacameños o Lickan Antai, Quechua, Colla, Chango, Diaguita, Kawésqar y Yagán), siendo por disposición territorial, el pueblo Aymara quienes habitan en mayor cuantía en el extremo norte de Chile. En nuestro país no contamos con información epidemiológica desagregada a nivel de territorios indígenas ni políticas pertinentes sobre la situación de los pueblos originarios en el contexto de la pandemia Covid-19, a pesar de las recomendaciones de los organismos internacionales sobre derechos indígenas como Convenio 169 de la OIT, Declaración sobre Derechos de Pueblos Indígenas y Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales. Lamentablemente, como se dijo en el punto anterior, el resultado de no tener datos confiables ni pertinentes, ha invisibilizado la situación sanitaria y social de este grupo de la población de mayor riesgo durante la pandemia generando situaciones especialmente críticas para la población perteneciente a alguno de los pueblos originarios que habitan Chile. En consecuencia, consideramos importante realizar un estudio para analizar la experiencia del Covid-19, enfocándonos en un pueblo originario y en una región determinada para así contribuir a mejorar las políticas sanitarias gubernamentales en contexto de pandemia. Además, es necesario exponer desde fuente primaria la experiencia de las estrategias gubernamentales que se implementaron en forma apresurada dada la situación sanitaria, desde la perspectiva de los especialistas de medicina tradicional andina y representantes de comunidades Aymaras, así se contribuye como sustento para nuevas directrices que sean necesarias implementar en un futuro frente a nuevas adversidades sanitarias.
Notas
Tesis (Magíster en Salud Pública)
Palabras clave
COVID-19 pandemia, 2020, Aspectos sociales, Chile, Región de Arica y Parinacota, Salud Pública
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